La abuela me pide que le enhebre la aguja y yo no dejo de pensar cuando dará comienzo a la preparación de la deliciosa carne guisada de los domingos,
y mira que suena monótono pero lejos de eso es lo mas apetecible de este día,
y mejor aun que hoy no pienso moverme hasta ver como la prepara...
Ella en su rutinaria tarea y yo intrigante de como hace para que este plato me parezca cada vez que lo como mas delicioso que el domingo anterior. Pica, sofríe, corta otra vez añade aquí y allá y se desprende de esa cacerola un delicioso olor que me embriaga y que si otros domingos se me hace agua la boca pues hoy no podré pensar en otra cosa hasta después de la comida.
Vaya domingo mas delicioso!!!
Gracias Madaleni
1 comentario:
Oye que bueno tu relato, debe estar deliciosa la comida de tu abuela
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